En tanto en cuanto sumamos tierra a la tierra (elemento de ambos signos), la compatibilidad entre Tauro y Capricornio es muy elevada. Una pareja formado por estos dos signos promete ser una unión larga y feliz, entre otros motivos porque el sentido práctico a prueba de bomba de Capricornio se combina maravillosamente con la actitud realista hasta extremos de Tauro.
El uno y el otro ven la vida, con sus retos y objetivos, a través de un prisma práctico. Contemplan y reconocen el mundo tal como es, lo que los lleva a una unión espiritual muy estrecha -por mucho que se empeñen ambos en que lo que no puede tocarse no merece la pena tenerse en cuenta y en ignorar cualquier asomo de espiritualidad-.
El amor entre Tauro y Capricornio está basado en la confianza mutua -ambos son extremadamente fiables-, la sinceridad, formalidad y coherencia. Además, una de las ventajas de la pareja de Tauro y Capricornio es que en la economía doméstica no existirán grandes problemas, habida cuenta de que ninguno de ellos es amigo de dispendios y extravagancias.
Lo firme, tranquilo y, a la vez ambicioso de la cabra resulta irresistible para un toro que, a su vez, la atrae con su determinación, fiabilidad e instinto familiar. Capricornio cuenta con un pilar en su pareja a la hora de ir a por sus anhelos, quien además, si viene al caso, la dará su correspondiente palmada en la espalda o, de ser necesario, el inestimable consuelo. A cambio, ni el bóvido ni el caprino se sentirán jamás inseguros al lado de su pareja.
En el lado negativo de la balanza del buen funcionamiento de la relación entre Tauro y Capricornio el hecho de que la cabra sea un tanto más osada que el toro, aunque tampoco eso supondrá mayores problemas cuando uno desee experimentar o conocer algo y el otro decida quedarse en casa.
Del mismo modo, la suma de dos caracteres tan realistas y previsores puede dar en una relación que no disfrute de las pequeñas sorpresas, de los imprevistos que a otros les alegran la vida y suponen una ruptura con la monotonía. Otro de los peligros que corren es el de sentirse tan a gusto el uno con el otro que no precisen de nadie más en su pausado caminar por la vida y empiecen a perder amigos.
Curiosamente, dos personas que se entienden tan bien, deben trabajar mucho en el plano carnal. El sexo entre Tauro y Capricornio corre el riesgo de ser poco satisfactorio, puesto de la cabra es un tato seria y retraída, mientras que Tauro, marcado por Venus, tiene unas necesidades sexuales muy claras. Por suerte, la comunicación es muy fluida a todos los niveles, de modo que vencerán cualquier obstáculo, también en este terreno. Si hay que apostar por una relación entre estos signos, la jugada será sobre seguro, y lo será aun más si Capricornio ha nacido entre el dos y el diez de enero o Tauro del once al veintiuno de mayo.