A la hora de saber cómo leer las líneas de la mano, debemos tener en cuenta una serie de características de la misma: su tamaño, su tonalidad, el volumen, la proporción, los dedos o las uñas. Para aprender a leerlas, hay que volcarse en el tipo de mano que tenemos delante, sus montes y sus líneas. Y, ¿en qué mano nos fijamos? Hay que fijarse en las dos manos. La mano izquierda muestra lo que Dios te ha dado, mientras que, la derecha, muestra lo que hacemos con ello. Será tu mano dominante -o sea, la que usas a la hora de escribir- la que va a reflejar el tipo de persona que somos. “La mano pasiva” muestra como éramos, durante nuestra infancia, tu subconsciente, tus instintos y tus habilidades escondidas. Vamos a tratar, ahora, las líneas:
La línea de la vida, que es la más importante de todas. Mucha gente, de manera errónea, piensa que es la línea que nos muestra cuantos años vamos a vivir. La línea de la vida, lo que nos indica es nuestra fuerza vital, o sea, nuestra salud y energía regenerativa. También, los golpes que tendremos en el destino y la capacidad para hacer frente a las enfermedades. También, se suele relacionar con la casa y la familia. Cuanto más larga e intensa, más fuerza tendremos, más salud y más expectativas de vida. Si es larga y fuerte, significa que tenemos un carácter tranquilo y seguro. Si es débil y corta, padeceremos enfermedades. Si es roja, somos seductores y sexuales. Si es muy diferente, de una mano a otra, somos muy cambiantes y con un carácter bastante débil. Las islas o interrupciones muestran enfermedades o cambios bruscos en nuestra línea. Si la línea se corta, es una muerte inesperada.
El punto del nacimiento de la línea de la vida es bajo el dedo índice y finaliza en la parte inferior de la palma. La mejor manera de analizarla es dividirla en períodos, de unos siete años de duración (o sea, lo que se conoce como “períodos”). A la hora de analizar el lugar de nacimiento de la misma, es el punto que hay entre el nacimiento del índice y la base del dedo pulgar. Si nace bajo el monte de Júpiter, o sea, más arriba, nos muestra que tenemos una gran fuerza de voluntad y luchamos, hasta lograr lo que deseamos.