Estable, segura y tranquila, una mujer Capricornio es, ante todo, una persona de la que fiarse, sobre todo en el terreno laboral en el que hace gala de una constancia digna de la más laboriosa de las hormigas. Esta capacidad para alcanzar los retos las convierte en fantásticas compañeras de otros signos cuya iniciativa es mayor pero que son incapaces de rematar lo que comienzan. Es ahí donde entra en juego Capricornio, acabando lo que otros empiezan. Eso sí: debido a lo trabajadoras que son y a su elevado rigor consigo mismas, son muy duras y perfeccionistas como jefas y muy exigentes como amigas y familiares, aunque casi siempre justas.
Es muy raro separar a una mujer Capricornio de su música, a pesar de lo cual las nacidas entre el veintidós de Diciembre al veintiuno de Enero son más bien enemigas de la algarabía y de la fiesta. Al contrario: se trata de uno de los signos más tendentes a la melancolía y al pesimismo. Por ello, conviene que si sufre de depresión busque ayuda de forma inmediata y, aunque no la sufra, se dedique a actividades que la distraigan y relajen.
Siendo como son personas retraídas, les cuesta sentirse cómodas en las relaciones personales, más aun si se encuentra con desconocidos. Suelen ser de las que cuentan a sus amigos con los dedos de una mano, aunque son, eso sí, amistades muy sanas y duraderas.
En el amor, lo ponen y se lo ponen a sí mismas difícil, aunque una vez enamoradas son fieles y un tanto celosas ¿Cómo se conquista a una mujer Capricornio? Dos son las claves: tiempo y seriedad. A una dama nacida bajo la influencia de Saturno no se la seduce en una noche. Como símbolo asociado a la tierra es tan inamovible en ciertos aspectos como una montaña. El galán que pretenda conmover el corazón de estas mujeres ha de mostrarse claro respecto a sus intenciones, sabiendo que no la atraerá con flores y palabras bonitas, sino con un estatus y una forma de ser estable. Ayudará mucho para que nazca el amor que el elemento del rondador sea el agua.